El injerto capilar FUE es indudablemente uno de las trasplantes capilares más conocidos de todos y por tal razón más demandado por quienes padecen la caída del cabello. Cuando se piensa en microinjertos capilares, esta habitúa a ser la técnica que asiste primeramente a la mente de las personas.
El injerto capilar con método FUE: ¿en qué consiste?
FUE, conforme sus iniciales en inglés para el nombre Follicular Unit Extraction, es como se conoce al trasplante realizado por medio de la extracción de las unidades foliculares para su siguiente injerto en una zona calva. Los folículos capilares se extraen de la zona donante del propio paciente, que acostumbra a ser una en la que hay una mayor densidad capilar. Los folículos son elegidos por el especialista capilar basándose en unos factores específicos de grosor, resistencia y longitud, asegurándose de que no estén perjudicados por la acción hormonal de la dihidrotestosterona, causante de la caída prematura del pelo en la mayor parte de las ocasiones.
¿De qué forma se realiza el injerto capilar FUE?
Esta cirugía capilar contra la calvicie ha de ser llevada a cabo siempre y en todo momento y en toda circunstancia y en todo instante por un especialista capilar, pues no deja de tratarse de una cirugía que precisa de una mano especialista y de unas instalaciones recomendables para la cirugía menor para conseguir un injerto capilar perfecto.
Primer paso: el análisis anterior de la situación del paciente
El paso inicial para realizarse un género de trasplante capilar o injerto capilar como este es asistir al especialista en una sesión precedentes en las que se dispondrá a examinar tanto la zona que se quiere poblar como la zona donante. El cirujano debe identificar apropiadamente las causas de la caída del pelo y las posibilidades de éxito del trasplante capilar (que acostumbran a ser elevadas) ya antes de tomar cualquier resolución. Una vez aceptadas estas premisas y visto que el trasplante del pelo sería viable y triunfante, llega el momento de decidir de qué forma se procederá.
Para el ojo especialista es parcialmente simple identificar las faltas y las bondades de una técnica como el implante capilar FUE conforme cada caso particularmente. Hay saber querer qué número de folículos capilares serán precisos a fin de que la intervención sea lo más eficaz posible, como hallar la mejor zona de la que extraerlos y dónde y de qué forma ponerlos una vez dispuestos para el injerto capilar. El ángulo y la profundidad del injerto son de vital relevancia para conseguir un efecto natural.
En este paso, el cirujano capilar realiza un diseño preliminar, conforme las indicaciones del paciente, de la colocación final del pelo nuevo. Es un paso esencial, en la medida en que todo debe quedar claro para asegurar que el paciente quede contento con el nuevo aspecto que va a tener.
Segundo paso: rapar la zona donante
Tras efectuar las pruebas pertinentes al paciente (análisis de sangre, alergias, intolerancias, etc.) y llegado el momento de la intervención, se procede a afeitar el cuero cabelludo en la zona donante. ¿Por qué es preciso rasurar el pelo? Fundamentalmente por el hecho de que es más simple así extraer el bulbo capilar con sencillez y minimizando el peligro de sección. Cuanto más corto sea, más posibilidades de englobarlo por los instrumentos de extracción.
Se precisa, recordemos, que el folículo capilar sea extraído entero y en perfectas condiciones para que sea útil para un siguiente injerto. El sistema capilar minúsculo que forma cada folículo (con el vaso capilar, la glándula sebácea, la papila dérmica, el músculo erector..) debe sostenerse íntegro para que el pelo más tarde consiga crecer y sobrevivir.
Tercer paso: la anestesia
Como todo proceso quirúrgico, el injerto capilar precisa de un anestésico local potente a fin de que tanto la extracción como el injerto del pelo sean indoloros para el paciente. Una simple inyección sedante en las zonas a tratar es suficiente. El paciente está consciente en todo momento y puede estar atento al transcurso de la operación, percibir indicaciones del cirujano y hacer las preguntas que considere oportunas.
Cuarto paso: Fase uno de la operación – la extracción
Una vez el paciente esté listo y la zona donante preparada, la cirugía puede comenzar. Con la ayuda de un micro-bisturí, el especialista capilar empieza a extraer uno a uno los folículos pilosos que después se trasplantarán en la zona receptora. Cada folículo piloso puede contar con entre 1 y 4 pelos, con lo que habitúan a ser elegidos los que tengan más cabellos para que la densidad sea mayor. La micro-aguja punza la piel alrededor del folículo solo uno o bien dos milímetros de la superficie y, después, con unas pinzas muy finas, se extrae el bulbo con los pelos dentro.
Cada folículo se extrae individualmente con la ayuda de una potente lupa de acreciento y se va depositando en unas pequeñas bandejas de cristal en las que se conservarán en una solución que las mantiene en perfectas condiciones de humedad, hidratación y temperatura durante un corto período temporal, hasta el momento en que la extracción completa haya finalizado. En el instante de la extracción y después se hace un recuento de los folículos para asegurar que se consigue un número preciso y suficiente.
Para todo este proceso se emplean herramientas micro-quirúrgicas con diámetros muy reducidos, hasta de un milímetro como máximo. Conforme cada especialista, la extracción se puede efectuar de diferentes formas. Lo más usual es proceder manualmente con un punzón o bien punch, para lo que se requiere una precisión y pulso excepcionales. Asimismo se puede proceder con una pistola de calibre fino o bien con la ayuda y asistencia de un robot, el sistema robotizado ARTAS.
Quinto paso: la selección de las unidades foliculares extraídas
Finalizada la extracción, el paciente puede descansar y comer algo mientras que se restituye de la anestesia. En este paso el cuero cabelludo de la zona donante es curado por las enfermeras asistentes a la operación para eludir que se produzca una infección.
En este tiempo también el cirujano se dispone a examinar los folículos extraídos. El estudio de los injertos busca revisar cuáles son viables y cuales, por cualquier motivo, no lo son. Aparte de esto, se separan por grosor, cantidad de cabellos por folículo, tamaño del bulbo, etcétera, para que su recolocación sea equilibrada en toda la zona receptora y el resultado final sea lo más natural posible.
Sexto paso: Fase dos de la operación – la implantación del pelo
Este paso es el más débil y terminante de la intervención. Es el instante en el que los pelos se implantarán en el cuero cabelludo una vez tratados y elegidos por el cirujano. Para esto, cada folículo se sostiene desde arriba por unos instrumentos de micro-cirugía conocidos como implanters o implantadores, que tienen una forma afín a la de un boli con la punta muy, muy fina. El implantador penetra en la piel haciendo una incisión mínima en la zona desprovista de pelo y suelta el bulbo a un milímetro bajo la superficie, en la capa intradérmica.
Este proceso puede durar aproximadamente lo mismo que el de la extracción, en la medida en que es de igual manera enclenque y el número de injertos a implantar es por fuerza igual al de extracciones. En esta fase de la implantación se vuelve aplicar, naturalmente, una dosis de anestesia local que va a hacer que el proceso sea indoloro para el paciente.
Séptimo paso: el post-operatorio
Como en cualquier operación que requiera un mínimo de invasión – teniendo presente que esta es una de las técnicas capilares menos invasivas – es preciso un tiempo y unos cuidados post-operatorios concretos. Los días siguientes son de vital relevancia para asegurar la supervivencia de los folículos y el futuro del pelo trasplantado. El cirujano y el equipo médico le darán al paciente instrucciones precisas sobre el trato y cuidado de las 2 zonas, la donante y la receptora, y seguramente se establezcan además de esto citas de revisión en un plazo corto de tiempo para inspeccionar el buen estado de las mismas.
Os dejamos con un vídeo para que veáis la extracción de los folículos y el injerto de los cabellos
Ventajas y resultados del injerto capilar con método FUE
Prácticamente en el 100% de los casos, la zona donante comprende las partes occipital y parietal de la cabeza, esto es, la parte posterior y lateral. Es aquí donde el pelo crece con más fuerza y presenta una mayor resistencia a la caída. Mientras que, la zona receptora acostumbra a ser la coronilla y la parte superior de la cabeza como la frente.
Como hemos dicho, es una cirugía ligerísimamente invasiva, indolora gracias a la anestesia y no deja cicatriz, pues no se requiere el empleo de bisturís ni costuras pues las incisiones son milimétricas. El post-operatorio es corto y el paciente puede hacer una vida normal tras dos o tres días.
Para finiquitar, añadiremos que los resultados del injerto capilar son permanentes, tema que acostumbra a intranquilizar a los pacientes. Los injertos capilares implantados tienen una vida larga y son resistentes al efecto hormonal que provoca la caída del pelo merced a que han sido singularmente elegidos para cumplir ese requisito.
Esperamos que este post haya resuelto las dudas de nuestros lectores y les recordamos que si precisan de más información pueden llamarnos al 977 949 100 o bien concertar una cita mediante nuestro formulario.
Hasta la próxima!